
El señor Dickens fue durante toda su vida un gran aficionado a los fenómenos misteriosos, fantasmales, sobrenaturales, espectrales, y este libro es fiel reflejo de su inclinación hacia lo gótico. Este peculiar interés lo vertía en historias espeluznantes en las que deambulaban todo tipo de personajes paradigmáticos —viajeros victorianos, damas misteriosas, taberneros taciturnos— en lugares lúgubres igualmente clásicos de la imaginería fantástica. En este libro se recopila una serie de relatos que regocijarán y sorprenderán al lector acostumbrado al universo de Dickens y que, ciertamente, también harán las delicias de aquellos que por vez primera se aproximen a este tipo de obras del escritor victoriano.
Me gusta volver a casa por Navidad. A todos nos pasa, o al menos así debería ser. Todos regresamos a casa, o deberíamos hacerlo, para disfrutar de unas breves vacaciones —aunque cuanto más largas sean, mejor— [...]. A todos nos conviene tomarnos un respiro, ésa es la verdad. En cuanto a ir de visita, ¿a qué otro sitio podríamos ir si no? ¡Pues junto al árbol de Navidad, para proclamar nuestros buenos deseos al mundo! Y así partimos lejos, hacia el invierno, a colocar nuestros anhelos junto al árbol.
Dickens, Charles, Para leer al anochecer. Historias de fantamas [To be Read at Dusk], Impedimenta, Madrid, 2009. Traducción de Marian Womack y Enrique Gil-Delgado. Rústica con sobrecubierta, 240 páginas.