viernes, 23 de diciembre de 2011

Blanca Navidad

La bibliotecaria de Redfield Hall comunica a sus amables socios y corresponsales que la biblioteca permanecerá cerrada durante las entrañables fiestas navideñas. Ya se han recogido los libros y los salones están vacíos, buscando el sosiego y el silencio. Que el año 2012 depare a todos los lectores mucha felicidad y estupendos libros.


Bien está lo que ha sido, lo que nunca fue y lo que esperamos que pueda ser, y que todo ello encuentre cobijo bajo el acebo, alrededor del fuego de Navidad,
donde todo tiene su sitio en el amable corazón.
¡Nada es imposible en Navidad!
Charles Dickens

jueves, 22 de diciembre de 2011

Los libros del año

Después de muchas reuniones, conciliábulos, comités, discusiones, evaluaciones y refriegas, la dirección de la Biblioteca de Redfield Hall ha resuelto que los mejores libros del año 2011 son:

Cuento de viejas, de Arnold Bennett
(RBA, Barcelona, 2011; trad. María Cóndor)

Reina Lucía, de E. F. Benson
(Impedimenta, Madrid, 2011; trad. José C. Vales)

La felicidad de los pececillos, de Simon Leys
(Acantilado, Barcelona, 2011; trad. José Ramón Monreal)

Trifulca a la vista, de Nancy Mitford
(Libros del Asteroide, Barcelona, 2011; trad. Patricia Antón)

Perros, gatos y lémures, AA. VV.
(Errata Naturae, Madrid, 2011)


domingo, 11 de diciembre de 2011

«Cheers Edinburgh. It's been fun!»


Parece que el misterio de Edimburgo toca a su fin... Esta semana ha aparecido la décima escultura de papel y ha sido precisamente en la misma institución en la que hizo acto de presencia en el mes de marzo la primera de ellas: la Scottish Poetry Library. Y a tenor de lo que dice la nota que se ha hallado junto a la escultura, esta décima será la última: «"You need to know when to end a story", she thought. Often a good story ends where it begins. This would mean a return to the Poetry Library. The very place where she had left the first of the ten. So, here, she will end this story, in a special place [...]. A Poetry Library [...] where they are well used to 'anon'. Cheers Edinburgh. It's been fun!».
No se sabe en absoluto quién ha sido la persona que ha hecho semejantes maravillas de papel. Durante el Festival de Edimburgo se especuló con que podía ser un estudiante de arte, y también se barajaron algunos nombres de escultores cuya especialidad es el papel. En todo caso, la identidad es lo de menos. Como señala Lilias Fraser, funcionaria en la Scottish Poetry, es obvio que el creador no es alguien que esté buscando reconocimiento o dinero (o ambas cosas), simplemente es un maravilloso escultor que ha hecho esto por amor a los libros y a las bibliotecas, y el secreto forma parte de la historia y de la diversión.
(Los penúltimos lugares donde se depositaron las esculturas fueron el National Museum of Scotland y el Edinburgh's Writer Museum).

Nota hallada con la última escultura

Última escultura, encontrada en la Scottish Poetry Library

Escultura en el National Museum of Scotland, en The Lost World, de sir Arthur Conan Doyle

Escultura en el Edinburgh's Writer Museum