domingo, 14 de febrero de 2010

Chesterton: en defensa de la circunspecta Inglaterra


G. K. Chesterton (1874-1936) publicó El juicio del doctor Johnson en 1927. Los protagonistas de esta comedia en tres actos son John Swallow Swift, un espía americano, y su esposa Mary, que arriban a las islas Hébridas con una misión secreta: relacionarse con la sociedad inglesa para averiguar qué opinión tienen respecto a la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Se instalan en Londres y allí se verán envueltos en un enredo político que pondrá a prueba sus ideales. Algunos de los personajes con los que se codean son egregios ingleses que existieron realmente y que pertenecieron al llamado The Club, un grupo que reunía a la flor y nata de la intelectualidad británica del siglo XVIII. Así, por estas páginas desfilan Samuel Johnson (1709-1784), poeta y ensayista conocido por su devoción anglicana y su conservadurismo político; el inseparable compañero del doctor Johnson, James Boswell (1740-1795), literato escocés cuya obra más célebre es la biografía de su amigo; y Edmund Burke (1729-1797), escritor y político whig. En esta comedia, el doctor Johnson ejerce de maestro de ceremonias y pondrá a prueba las opiniones de los Swift, revolucionarios e idealistas, en unos diálogos brillantes cargados de ironía, mordacidad y sutileza.
Gilbert Keith Chesterton es una de las grandes plumas de la literatura inglesa. Su obra abarca todo tipo de géneros: ensayo, novela, poesía, libros de viajes, biografías y escritos periodísticos. Su personaje más popular y conocido es el padre Brown, un sacerdote detective cuyas andanzas están reunidas en el volumen Los relatos del padre Brown. Entre sus obras más deliciosas destaca Correr tras el propio sombrero, una selección de ensayos filosófico-humorísticos. La editorial Acantilado ha publicado recientemente ambos títulos. El juicio del doctor Johnson, sin embargo, sale a la luz de la mano de Sexto Piso, en una preciosa edición en su colección de clásicos.

MARQUESA: Y entonces dije que las disputas surgen más a menudo de las minucias que de las grandes cosas, y que estamos enmarañados en la red de la etiqueta, sobre todo en lo que concierne a las damas. [...] A buen seguro que cuanto necesitamos es más simplicidad. Todos los sabios de Oriente y de Occidente se han mostrado a favor de una vida sencilla. Usted mismo es uno de los grandes sabios, doctor Johnson; a buen seguro está usted a favor de la vida sencilla.
JOHNSON: Señora mía, una vaca lleva una vida sencilla. Una vaca no necesita más que hierba. Las relaciones de los bueyes con las vacas no están enmarañadas a causa de la etiqueta. Pero no sabía yo que los bueyes fueran filósofos.
MARQUESA: A buen seguro, doctor Johnson, no será usted tan rudo que vaya a comparar a una dama con una vaca.
JOHNSON: No, señora. La compararé con un asno si le desagrada que se le trate con la debida civilidad. La cortesía más puntillosa con las damas es una de las señales que nos distinguen de los animales, sean vacas, sean asnos.

G. K. Chesterton, El juicio del doctor Johnson [The Judgement of Dr. Johnson], Sexto Piso, Madrid, 2009. Traducción de Miguel Martínez-Lage. Rústica, 112 páginas.