Esta bibliotecaria está segura de que a todos aquellos que participan en el proceso de edición de un libro les gustaría saber qué es de él una vez que franquea las puertas de la editorial y se queda solo ante el mundo. Ni siquiera el departamento de prensa y márketing, que suele acompañarle en su salida al exterior, puede alcanzar a saber en qué manos cae, cómo se le trata en el punto de venta o cómo reacciona el lector ante sus líneas. Conocerán, mediante elaborados estudios, en qué comunidad se vende más o menos, si lo hace en un gran almacén o en una pequeña librería, pero poco más: es imposible indagar en su peripecia vital libresca.
El escritor y crítico francés Paul Desalmand (1937) narra en Las aventuras de un libro vagabundo, su primera novela, las aventuras y desventuras que padece, sufre y goza un libro desde que inicia su recorrido nada más salir del almacén a lo largo de veinte años (acabará siendo una vida plena porque ha sido leído). El libro protagonista de esta novela nace en el mes de junio. Cuando sale de la imprenta, se encuentra en una caja junto con cuarenta y nueve compañeros más (todos idénticos) y tendrá que esperar en un almacén lleno de ratas hasta septiembre, el momento de su comercialización. Su autor (un misterio, como su título y su editor), emocionado cuando le llegaron los ejemplares justificativos, los envió rápidamente a varios periodistas culturales, para que tuvieran a bien hacer una reseña de la obra. Un prestigioso medio de comunicación elogió magníficamente el libro, pero, desgraciadamente, los libreros no estaban al tanto de esta novedad editorial y cuando los potenciales compradores quisieron adquirirlo, no estaba disponible. Así que nuestro pobre libro nace casi muerto (como novedad), pero a partir de ese momento comienza para él una entretenida y azarosa vida recalando en diferentes librerías, con muy diversos libreros, bibliotecas, medios de transporte y, sobre todo, en manos de muchos lectores (aunque no siempre con buenas intenciones, de hecho, en una ocasión están a punto de quemarlo). En las primeras librerías es feliz y comparte confidencias nocturnas con compañeros tan valiosos como Anna Karénina o Madame Bovary. Su primer comprador es un anciano con pata de palo que lo atesora con gran cariño, pero cuando fallece, sus herederos deciden vender su maravillosa biblioteca y nuestro libro acaba en una librería de viejo. Charlar con Maupassant, Schopenhauer o Zola es una experiencia nueva que disfruta con fruición, pero pronto cae en manos de una lectora que lo llevará a Irán. Y después volverá a París, y después se irá con un vagabundo, y después con su lectora preferida (¡lee desnuda!), y después recalará en otra librería, y después en un puesto, y después vivirá con un taxista que tiene en su taxi una biblioteca ambulante, y después se tendrá que ir a una biblioteca municipal, y después... y después... ¿Acabará en la guillotina?
Las aventuras de un libro vagabundo es una deliciosa novela sobre libros y sobre el poder que ejercen en sus lectores. Un viaje apasionante por la vida de un volumen elegante, vagabundo, filósofo, que conoce el amor y la amistad y los recovecos del mundo editorial a través de una existencia plena y feliz, aunque llena de riesgos. Como dice su autor: "Sólo hay dos cosas que pueden cambiar realmente a un ser humano: un gran amor y la lectura de un gran libro".
Nací el 17 de junio de 1983, a las 16.37, en la imprenta de La Manutention, en Mayenne. Formato: 16,5 centímetros x 12,5 centímetros. Peso: 230 gramos. Número de páginas: 224. Tipografía: Garamond. Cuerpo: 12. Tipo de papel: papel volumen de 90 gramos. Seis dibujos de Jean Mulatier. Tirada: 800 ejemplares numerados de 1 a 800, y veinte ejemplares sobre papel japón numerados de I a XX con la ilustración de cubierta y grabados originales de Marc Pessin. Y varias erratas, como cualquier edición original que se precie. De hecho, mi autor decía haberlas añadido adrede. Casi ningún espacio en blanco. No una edición de lujo, pero sí mucho más cuidada que las habituales en rústica. En el lomo tengo una gran cicatriz. Mi cubierta está muy lograda.
Desalmand, Paul, Las aventuras de un libro vagabundo [Le Pilon], Destino, Barcelona, 2010. Traducción de Palmira Feixas. Rústica, 192 páginas.
(Nota: esta bibliotecaria conoció la existencia de este libro gracias a CDA y sus historias mínimas. Toda la gratitud desde aquí por tan maravillosa lectura).
Parece una obra muy original. Y, desde luego, todo lo que tenga que ver con los libros y sus aventuras me interesa. Tomo nota.
ResponderEliminarSí, a mí también me ha llamado la atención. Ya está en mi lista. Nunca me voy con las manos vacias cuando visito la Biblioteca Redfield
ResponderEliminarCoincido con la reseña. Es una historia deliciosa para todos los amantes de los libros. Muy recomendable.
ResponderEliminarUn saludo :)
Gracias por la reseña! Este fue uno de los primeros libros con los que trabajamos y nos alegró mucho que tanto Destino en castellano como Empúries en catalán se animasen a publicarlo en España. Es un libro delicioso y nos sentimos muy orgullosos de él y de haber puesto nuestro granito de arena para que estuvise disponible aquí. Irónicamente el libro tampoco tuvo mucha suerte como novedad en su día, y como ocurre tantas otras veces muchos lectores que seguro que lo hubiesen disfrutado se lo perdieron. Por eso nos hace especial ilusión que después de tanto tiempo lo hayáis descubierto y disfrutado y que encima lo recomendéis :)
ResponderEliminarSaludos!!
Elena, te va a encantar el libro!
ResponderEliminarMousse: me gusta mucho lo que has dicho, que nunca te vas con las manos vacías de esta biblioteca. Les gustará leerlo a muchos editores :-)
Roberto, me alegra que ya lo hayas leído. Es una delicia.
¡Bernat! Gracias por tu comentario. No sabía que era tuyo :-) Un beso!
Después de leer esta reseña me dan ganas de salir corriendo a comprarlo. ¡Y la portada es preciosa!
ResponderEliminar¡Genial! tiene muy buena pinta, y me encantó la portada y el título. Ojalá llegue a mi país, Chile.
ResponderEliminar¡Abrazos!