Como adelantábamos a principios de septiembre, en la reseña de La educación de Oscar Fairfax, de Louis Auchincloss (1917-2010), una de las apuestas otoñales de la editorial Libros del Asteroide sería la que se considera la obra más importante de este autor: El rector de Justin. Publicada por primera vez en 1964, la crítica se rindió a este escritor y se dijo de él que era el digno heredero literario de Henry James y Edith Wharton. En España, varias editoriales sacaron a la luz esta obra en los años sesenta y setenta, pero desde hace tiempo estaba descatalogada. Gracias a la recuperación que está llevando a cabo Libros del Asteroide del señor Auchincloss, el gran cronista de la clase dirigente de Estados Unidos, podemos disfrutar ahora de ella (todavía quedan por publicar varias obras más de este autor).
El rector de Justin narra la historia de un colegio en Nueva Inglaterra (¿dónde si no?) y de su fundador. A finales del siglo XIX, Francis Prescott, un carismático joven licenciado en Harvard y en Oxford, abandona un futuro prometedor y decide embarcarse en la tarea de su vida: la fundación de un internado masculino. Con el tiempo, el colegio, de ideales religiosos episcopalianos y con una severa disciplina, se convierte en uno de los más exclusivos de Estados Unidos.
Cincuenta años después, en 1939, un joven apocado y tímido con vocación religiosa, Brian Aspinwall, recala en Justin Martyr para impartir clases de Inglés y entabla una relación paternal con Francis Prescott, a la sazón un anciano de ochenta y cinco años. Al cabo de unos meses de su estancia en el internado, recibe el encargo de redactar la biografía de su todavía director. Brian recaba para ello a lo largo de los años numerosos testimonios de profesores, ex alumnos y familiares y, junto con sus impresiones, relatadas en un diario, conforma unos controvertidos apuntes en los que se desvelan las luces y las sombras de Prescott. La novela es el compendio de todos estos testimonios personales, el trabajo de recopilación que Brian hace antes de ponerse a redactar definitivamente, «en un cuaderno vacío y austero», la biografía del fundador de Justin Martyr.
Todavía no sé muy bien qué opinión me merece el aspecto del colegio. El lunes me deprimía, el martes me comenzó a parecer mejor; hoy —con un tiempo magnífico— me gusta. Sigue de modo muy convincente el estilo arquitectónico de H. H. Richardson, con grandes volúmenes de ladrillos de color rojo oscuro, arcos románicos de granito, glorietas y largas columnatas. La abundancia de campos de césped y setos verdeantes y el porte glorioso de los olmos aligeran cierta tendencia a las formas pesadas, y evocan un monasterio medieval en el Mediodía francés o, sin ir tan lejos, una asentada colonia veraniega en la Nueva Inglaterra de comienzos de siglo. Como es habitual, Dios lo ha hecho mejor que el hombre. [...] La paz predomina en el recinto y, en un radiante día de otoño como éste, casi parece una paz soñolienta [...]. Sí. Creo que va a gustarme Justin Martyr.
Auchincloss, Louis, El rector de Justin [The Rector of Justin], Libros del Asteroide, Barcelona, 2010. Traducción de Ignacio Peyró. Rústica, 392 páginas.
Con retraso (pido disculpas por ello), caigo ahora en la cuenta de que sin duda el título de la novela de Auchincloss que reseñaste anteriormente, "La educación de Oscar Fairfax" remite a la gran obra autobiográfica de Henry Adams, "La educación de Henry Adams", un clásico de las letras americanas. Sería curioso compararlas, estoy seguro de que en EE UU más de un crítico debe haberlo hecho.
ResponderEliminarEfectivamente, Elena, las dos obras han sido comparadas. Si tecleas ambos títulos en inglés en Google, verás que hay numerosas páginas en las que se habla del paralelismo entre las dos.
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