La capacidad de resistencia del ser humano en situaciones terribles y adversas no deja nunca de sorprender. Un día, el señor B. es arrestado por la Gestapo y conducido a una habitación de hotel. La tortura psicológica a la que es sometido hace que envidie a aquellos que fueron deportados a los campos de concentración. Los interrogatorios se suceden. El señor B. aguanta. Después de cuatro meses infernales de absoluto y total aislamiento, se encuentra con lo que considera que puede ser su salvación: un libro. La sola idea de volver a leer consigue, en cierto modo, serenarle. Sin embargo, tras robar el volumen, esconderlo y pasar penalidades para que sus carceleros no adviertan que se ha hecho con él, se lleva la sorpresa de encontrarse, no con un libro, en sentido estricto, sino con un manual de ajedrez. A partir de ese momento comienza para el señor B. una partida que acaba por salvarle la vida... o no, o no tanto.
Novela de ajedrez transcurre en un viaje en barco durante una travesía desde Nueva York a Buenos Aires. A bordo viaja el campeón mundial de ajedrez, Mirko Czentovicz, un tipo de limitadas capacidades, excepto para este juego, del que es un genio absoluto. El señor B. también es pasajero del vapor. Sólo es cuestión de tiempo que entre ambos se entable una partida de ajedrez que desvelará dos pensamientos y naturalezas antagónicas.
Stefan Zweig (1881-1942), un maestro de la literatura, utiliza como excusa el ajedrez para narrar una historia estremecedora sobre uno de los capítulos más aborrecibles y vergonzantes de la historia de Europa. Con su característica técnica narrativa y su hondura psicológica, logra en apenas cien páginas una obra magistral. Se publicó de manera póstuma, pues escribió la novela pocas semanas antes de suicidarse, desesperado ante el rumbo que estaban tomando los acontecimientos en Europa y pensando que el nazismo se extendería por todo el mundo. Dejó escrita la siguiente nota: "Creo que es mejor finalizar en un buen momento y de pie una vida en la cual la labor intelectual significó el gozo más puro y la libertad personal el bien más preciado sobre la tierra".
Nada que hacer, nada que oír, nada que observar; el entorno de la nada, el vacío total, sin espacio y sin tiempo. Me paseaba arriba y abajo y conmigo iban los pensamientos, arriba y abajo. Una y otra vez, arriba y abajo. Pero incluso los pensamientos, por muy etéreos que parezcan, requieren un punto de apoyo, pues de lo contrario giran y giran en torno a sí mismos, en un torbellino sin sentido; tampoco ellos soportan la nada. Desde la mañana a la noche se está a la espera de algo que nunca llega. Se espera y se espera. Y no ocurre nada. Y se sigue esperando, y esperando, y esperando... y pensando, y pensando, y pensando... hasta que duelen las sienes. Y no ocurre nada. Y estás solo. Solo... Solo...
Zweig, Stefan, Novela de ajedrez [Die Schachnovelle], Acantilado, Barcelona, 2000. Traducción de Manuel Lobo. Rústica, 96 páginas.
(Esta novela me la recomendó mi amigo David. No es la primera vez que se pasea por esta biblioteca. Siempre acierta de lleno. Gracias, David).
Esta es una de las pocas obras de Stephan Zweig que no he leído pero me la apunto de inmediato pues soy seguidora incondicional desde que leí 'carta de una desconocida'y, aunque recomiendo encarecidamente todo lo que escribió este gran hombre, hay títulos que nadie debería dejar de leer si está interesado en su obra, uno de ellos 'la embriaguez de la metamorfósis' desgarradora en su trasfondo y en la forma de narrar una historia conmovedora y brutal a la vez; otro, 'ardiente secreto', 'la impaciencia del corazón'..... podría citarlos todos y por supuesto su autobiografía, fantástica!
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario! Tomo nota de 'Ardiente secreto' y 'La impaciencia del corazón'.
ResponderEliminarAbrazos!