En estos tiempos modernos, en los que todos disponemos de smartphones, tabletas, ereaders, netbooks y demás cacharros tecnológicos, inventos que en su día parecieron maravilllosos tienen prácticamente los días contados. Por ejemplo: las cabinas telefónicas. En muchas ciudades y pueblos de Inglaterra las han reciclado y se han convertido en minibibliotecas. La única condición para llevarse un libro es dejar otro en su interior. Si bien es cierto que las cabinas españolas carecen del encanto de las inglesas, tan reconocibles, no estaría mal que aquí también se reciclaran: al fin y al cabo, la mayoría se encuentra en un estado lamentable y nunca está de más poder ver, encontrar y buscar libros cada vez que uno dobla una esquina.
A mí me parece una excelente idea. Pero en esas cabinas de Telefónica, tan frías... no sé, no acabo de ver lo de los libros.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Elena: en las cabinas de Telefónica se podría vender ferretería o quincalla, o cuberterías, pero libros... no, libros no.
ResponderEliminar¡Saludos luciérnagos!
Hmmm. Además, no se el índice de cumplimiento que tienen en Inglaterra con eso de "dejar un libro para llevarse un libro". Se que soy pesimista, pero en España le veo poco futuro a ese sistema, no se cuantos dejarían un libro antes de llevarse otro. Claro que si no se intenta no podría saber si estoy siendo malpensado como (casi) siempre. En cualquier caso la idea es estupenda. Yo donaría libros para el experimento.
ResponderEliminarSaludos.
... seria super guay que pudieramos hacerlo y más con esas cabinas tan especiales, pero teniendo en cuenta que en mas de un parque han de vallar las flores para que no se los lleven, me imagino que no durarían mucho aquí XD
ResponderEliminarEstá claro, por todos los comentarios, que la iniciativa sería complicada hacerla aquí... Entre la fealdad de las cabinas y la mano larga de la gente... En fin, soñemos un poco, estoy con Óscar: si no se intenta, no se puede saber :-)
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