lunes, 24 de mayo de 2010

Mirando por encima del hombro


Desde 1957, año en el que Seix Barral publicó su novela Loving (1945), ninguna editorial española había editado otra obra del autor británico Henry Green, hasta ahora. Felizmente para los adictos a la narrativa inglesa, Lumen ha rescatado la inclasificable Viajando en grupo (1939).
Henry Green (1905-1973), nom de plume de Henry Vincent Yorke, ejemplifica como pocos escritores el carácter excéntrico, tan peculiar, por otra parte, de los británicos. Henry Green nació en el condado de Gloucestershire, en el seno de una familia pudiente dedicada al negocio industrial, y, como cualquier buen excéntrico que se precie, estudió en Eton y Oxford. En la ciudad universitaria trabó amistad (y rivalidad literaria) con Evelyn Waugh, aunque abandonó sus estudios sin haberse licenciado, según cuentan las crónicas, por desavenencias con su tutor, C. S. Lewis. Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó de bombero y vio de cerca las terribles consecuencias de los bombardeos nazis sobre la población civil. Su carrera literaria apenas abarca veinte años, durante los cuales escribió una decena de obras, entre las que se encuentran algunos textos autobiográficos. Al parecer, en sus últimos años de vida decidió encerrarse en su mansión y vivir como un vagabundo rico, entregado por completo al alcohol. También decidió no dejarse fotografiar nunca más.
Viajando en grupo, una novela absolutamente british, relata las vivencias de ocho amigos, sofisticados, educados, pudientes y desocupados, durante cuatro horas. Una pertinaz niebla envuelve la Estación Victoria de Londres y no se ofrece servicio ferroviario. Los ocho amigos, que debían coger un tren, deciden instalarse en el hotel de la terminal hasta que se disipe la niebla. En el exterior, centenares de trabajadores se impacientan ante la situación mientras los ocho amigos procuran entretenerse y matar el tiempo. Ante semejante situación, sale a relucir la mezquindad de cada uno de ellos y la novela se convierte así en un hilarante retrato de la estupidez y ridiculez humanas.

La niebla era tan densa que el pájaro, alborotado, chocó de plano contra una balaustrada y cayó, muerto, a sus pies. Allí estaba, y la señorita Fellowes levantó la vista hacia aquel manto de niebla, seis metros más arriba, y desde el cual, dando un giro, había caído el pájaro. Se agachó y lo cogió de un ala, después entró en el túnel que había delante de ella, el del cartel luminoso de SALIDAS con la paloma muerta. Nadie le prestó atención, cada uno iba a lo suyo y todos tenían prisa, nadie miraba hacia atrás. Su paloma muerta reposaba ladeada, las alas extendidas colgaban de su mano y la cabeza inerte apuntaba hacia el suelo.

Green, Henry, Viajando en grupo [Party Going], Lumen, Barcelona, 2009. Traducción de Laura Wittner. Cartoné con sobrecubierta, 230 páginas.