domingo, 31 de enero de 2010

Dolorosos equívocos íntimos


Elizabeth Cleghorn Stevenson nació en Londres en 1810. Su padre era pastor de la Iglesia unitaria, además de periodista y funcionario. Su madre falleció cuando Elizabeth era pequeña y fue educada por su tía en el pequeño pueblo de Knutsford, que después inmortalizó en la magnífica Cranford (1851-1853). En 1832 se casó con William Gaskell, ministro unitario, y se establecieron en Manchester. Esta ciudad superpoblada e industrial le inspiró a la señora Gaskell algunas de sus mejores obras, especialmente Norte y sur (1855). Durante unos años se dedicó a las labores propias de la esposa de un pastor, pero la pérdida de uno de sus hijos a temprana edad le impulsó a escribir. A su casa, en el 84 de Plymouth Grove, acudían desde grandes literatos, como Charles Dickens o Charlotte Brontë, a disidentes religiosos. En 1848 publicó su primera novela, Mary Barton, de manera anónima, y consiguió un gran éxito. La prima Phillis (1863-1864, publicada por entregas en el Cornhill Magazine) pertenece a su última etapa, con obras más centradas en la intimidad doméstica (al igual que Los amores de Sylvia e Hijas y esposas). La señora Gaskell gozó de gran popularidad y éxito en su tiempo sobre todo por su excelente biografía de Charlotte Brontë, que salió a la luz en 1857.
La prima Phillis relata el encuentro de un joven que acude como ayudante del ingeniero del ferrocarril al pequeño pueblo de Eltham con unos parientes de su madre que viven en una granja cercana, a los que visita prácticamente por obligación. La vida pausada y reposada que llevan el granjero, su esposa y su hija Phillis, dedicados a las tareas del campo aunque no por ello exentos de cultura y sensibilidad, admira a Paul, cuya perspectiva del mundo cambiará por completo.
La editorial Alba, con la publicación de esta novela, añade una obra más a la fantástica colección de Elizabeth Gaskell que ofrece su catálogo. Marta Salís, con su habitual buen hacer, firma la traducción.

"¿Tu padre se levanta a las tres? Pero ¿qué tiene que hacer a esas horas?". "Qué no tiene que hacer sería más exacto. Reza sus oraciones a solas en su dormitorio; toca la campana grande para que los hombres ordeñen las vacas; despierta a Betty, nuestra doncella. La mitad de los días da de comer a los caballos antes de que se levante Jem, el hombre que los cuida; ya es muy mayor, y mi padre no quiere molestarlo. Echa una ojeada a los terneros, y a los lomos, cascos, arreos, forraje y grano de los caballos antes de que salgan al campo. Muchas veces tiene que poner trallas nuevas a los látigos del arado. Se asegura de que hayan dado de comer a los cerdos; examina los cubos de comida; anota los víveres para hombres y bestias y después hace el pedido; y también se ocupa del combustible. Y luego, si le queda un poco de tiempo libre, entra en casa y lee conmigo... pero sólo en inglés (dejamos el latín para las tardes, y así podemos disfrutar de él)".

Gaskell, Elizabeth, La prima Phillis [Cousin Phillis], Alba, Barcelona, 2009. Traducción de Marta Salís. Rústica, 176 páginas.